Historias con efecto – Especial verano 2025
En el deporte, como en la vida, hay partidos que se juegan sin marcador, sin público y sin medallas.
El Club Tenis Taula Algemesí vivió esta temporada uno de los desafíos más duros de su historia. A finales de octubre, la DANA que azotó la Comunidad Valenciana lo cambió todo, sin embargo, también activó lo mejor que tiene el club: su alma colectiva, su carácter y su gente.
Una tarde cualquiera… hasta que no lo fue
El 29 de octubre fue un día como los anteriores, tenían avisos de tormenta, pero nadie podía imaginar lo que estaba a punto de suceder.
A las 16:00 h, el cuerpo técnico suspendió el entrenamiento; a las 18:30 h, el agua ya arrasaba Algemesí con una violencia incontrolable.
El local del club quedó completamente afectado por el barro, el agua y los daños materiales, y con él, también se detuvo la rutina deportiva.
“El club se paralizó. Lo único que podíamos hacer era tramitar dónde y cuándo se podían jugar los encuentros programados de liga».
Voluntarios, barro y esperanza
Las primeras semanas no hubo tiempo para pensar en el deporte. Durante el día se limpiaba, y por la noche tocaba hacer frente al papeleo, el grupo de WhatsApp del club se convirtió en un canal de información sobre ayudas, trámites y apoyo mutuo. “No se hablaba de tenis de mesa. No era el momento.”
Jugadores, familias, técnicos y voluntarios se organizaron para limpiar el local, salvar material y reconstruir lo perdido. Aunque las ganas estaban, toda la ciudad estaba colapsada y había que respetar los protocolos marcados por el Ayuntamiento.
Retomar, paso a paso
Durante noviembre no hubo entrenamientos, la prioridad era volver a una mínima normalidad.
En diciembre, el club reactivó los entrenamientos para los federados, mientras que las escuelas municipales quedaron suspendidas hasta después de Reyes. Gracias al apoyo del área deportiva del Ayuntamiento, incluso pudieron usar otro local mientras el suyo se utilizaba para actividades infantiles durante las fiestas.
Lo más emocionante fue ver cómo muchos clubes de la Comunitat Valenciana se volcaron con el CTT Algemesí. “Recibimos llamadas de clubes ofreciendo sus locales para entrenar y para jugar”.
Ayudas que marcaron la diferencia
En los momentos más duros, la red de apoyo institucional fue esencial. El club recibió:
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Una ayuda directa de la Fundación Trinidad Alfonso, tramitada a través de la FTTCV, de forma rápida y eficaz.
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Una subvención de la Generalitat Valenciana, específica para la reactivación del club tras el desastre.
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El Ayuntamiento de Algemesí facilitó los trámites para justificar la actividad de las escuelas municipales, sin penalizar el tiempo de suspensión.
“Gracias a estas ayudas, hemos podido reponer todo el material afectado. Sin ese respaldo, habría sido mucho más complicado seguir adelante.”
Deporte como refugio emocional
Pero lo más difícil no fue reponer mesas, redes o pelotas, lo más duro fue reconectar emocionalmente con el club. “La gente venía, pero no tanto a entrenar… venían a hablar, a desahogarse. El deporte fue una vía para desconectar de todo.”
No fue hasta febrero cuando el equipo técnico decidió que era momento de recuperar la rutina normal. El club volvió a latir con fuerza.
Un ascenso con mucho valor
Y entonces, el esfuerzo se transformó en logro: el CTT Algemesí volvió a ascender a Primera Nacional como campeón de grupo.
“No ha sido fácil. Ibiza, Vega Baja y Oliva son equipos muy competitivos. Pero marzo fue el mes clave: sabíamos que esos encuentros serían decisivos.”
La deportividad también dejó huella: el equipo de Ibiza permitió jugar los dos partidos como local, con todas las facilidades, a pesar de ser rivales directos. “Estamos muy agradecidos. Y me alegra que ellos también hayan ascendido, son gestos que no se olvidan.”
Este ascenso no tiene un nombre propio. “Es el resultado del carácter de los jugadores, el apoyo mutuo y del ambiente familiar que se respira en el club.”
Un club con raíces firmes
Desde su fundación en 2008, el CTT Algemesí ha mantenido un principio claro: formar personas antes que campeones.
“Los padres siempre han confiado en nosotros porque el club es un lugar seguro, familiar. Nuestro mayor tesoro es el compañerismo y la cercanía.”
¿Y su mensaje a otros clubes que pasen por momentos difíciles?
“La clave está en tener una Junta Directiva con objetivos compartidos. No se trata de llegar el primero ni de ser el más brillante, sino de caminar con firmeza y raíces profundas. Si lo haces así, los resultados acabarán por encontrarte.”
Historias con efecto es una sección de la FTTCV dedicada a visibilizar las historias que definen el alma del tenis de mesa en nuestra comunidad.
Si tú también conoces una historia que merece ser contada, escríbenos.
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